¿Quién odia la cultura?

Son muchos los sectores maltratados por la crisis del COVID-19, pero la incuria que soporta el mundo cultural cada vez está más cerca del odio. Y es para hacérselo mirar porque, como dijo Tennessee Williams, «el odio es un sentimiento que solo puede existir en ausencia de toda inteligencia», y que supera, incluso, la carencia de imaginación.

Como no puedo abarcar todos los prismas de antipatía cultural, voy a insistir en el atropello del Instituto de Estudios Riojanos, cuyo histórico edificio ha sido usurpado por una consejería de cortaypega. Me consta que en la voluntad del Palacete se mantiene el propósito de que el IER no acabe desapareciendo. Y si esta voluntad viniera acompañada de una mayor dotación de fondos para profundizar en la todavía poco investigada historia de La Rioja, miel sobre hojuelas. Sobre todo porque también me costa que en Vara de Rey, 3 hay quien aplicaría al IER el método 'Fahrenheit 451'. Por cierto, Ray Brad-bury cumpliría hoy 100 años.