Año nuevo, impuesto nuevo

Este año, junto a nuestros deseos, viene un impuesto bajo el brazo. El 'mecanismo de equidad intergeneracional'. Un impuesto que vamos a pagar todos los trabajadores mes a mes para poder sostener las pensiones presentes. Las características de este impuesto son claras. Retraerá un 0,1% del sueldo de los trabajadores e incrementará un 0,5% el coste de los empleadores. Tiene un carácter temporal (solo estará en vigor 10 años). El objetivo es ayudar a las cotizaciones sociales ante la llegada de la generación del 'baby boom' a la jubilación.

¿Nos debería preocupar este impuesto? Sí.

Lo primero, ¿carácter temporal? En 1977, en los pactos de La Moncloa, se puso un impuesto de carácter temporal: el Impuesto de Patrimonio. Hoy, 45 años después, seguimos debatiendo sobre si deberíamos quitarlo. Lo mismo ocurrirá con este mecanismo de equidad intergeneracional.

A su vez, en un periodo inflacionario como el que vivimos, este impuesto va a disminuir nuestra capacidad adquisitiva. Los defensores de esta herramienta argumentan que son unos pocos céntimos al mes por parte del trabajador. El salario medio bruto mensual en España este 2022 es de 1.751 euros. Si quitamos el 0,1% que nos exige este impuesto nos quedamos con 1.749,24 euros. No parece mucho que nos quiten 1,76 euros al mes si es para pagar la pensión de nuestros mayores. Pero no es la cantidad, sino el hecho de perder esa cantidad en un periodo de crisis e inflación.

A su vez, este impuesto es un fiel reflejo de la pésima previsión de los gobiernos (este y los anteriores).

Permítanme una divagación. El que puso el nombre fue muy listo: equidad intergeneracional. Así a quienes lo critiquemos nos pueden responder: «Que poco equitativo eres con nuestros mayores».

¿Qué significa este impuesto? Que el sistema de pensiones no se sostiene por sí solo. En vez de solucionar el problema con reformas estructurales, se ponen parches, como este mecanismo de equidad.

No es el único parche que veremos. El albaceteño Escrivá (Ministro de Seguridad Social), ya ha lanzado la idea de aumentar de 25 a 30 años el cálculo de las pensiones. En otras palabras, reducir las pensiones futuras.

El sistema de pensiones es sencillo, hay unos ingresos (cotizaciones sociales) y hay gastos (pensiones). Vivimos en una época gloriosa en la que cada vez vivimos más años, por lo que el gasto en pensiones se alarga. Pero no se amplían de igual modo los ingresos. Por lo que las soluciones que ponen desde los gobiernos es reducir los gastos e incrementar los ingresos. O lo que es lo mismo, empobrecer tanto a pensionistas como a trabajadores.

Existen maneras de solucionar el problema, pero no políticos que se atrevan a hacerlo.

¡Feliz Impuesto Nuevo!