El Consejo de Ministros examinó ayer en primera vuelta el anteproyecto de ley de Universidades, tercero de la democracia, que trata de actualizar el vigente, de 2001, revisado en 2007. La norma intenta garantizar la suficiencia financiera de las universidades, acabar con la endogamia y ... el 'amiguismo' –el 70% de los profesores trabajan en el campus en el que se doctoraron– y abre dos vías para la elección de rector, que ya no tendrá que ser catedrático. La Universidad converge con el empleo mediante pasarelas con la FP y se sientan las bases para acabar con la precariedad del personal docente e investigador. Castells ha enfatizado la equidad entre hombres y mujeres. En cuanto a los estudiantes, la razón de ser de la Universidad, se reafirma la política de becas y los límites de los precios máximos; además, se incrementa su participación y se crea un consejo de estudiantes en cada centro. Esta es la ley de este Gobierno, pero la educación es merecedora de un gran pacto de Estado. Sería ideal que la norma fuera debatida por los grupos hasta conseguir un consenso amplio, pero no cabe optimismo alguno al respecto en el actual clima parlamentario.
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