Leo con asombro una nueva tendencia. «No imponer a la progenitura una etiqueta sexual relacionada con un nombre». Apostar por lo neutro para no 'marcar el género' de la criatura. Escoger nombres 'no binarios'.
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Superado ya el tiempo en que el celo del funcionario de ... turno podía determinar la admisión o no del registro de un nombre; superada ya también, parece ser, la época de padres inmisericordes (para la memoria y nuestro regodeo personal han quedado registrados nombres como Emiliano Salido del Pozo, Eva Fina Segura, Dolores Fuertes de Cabeza, Armando Bronca Segura o Miguel Marco Gol), se busca ahora la denominación asexuada.
Y ahí están Noah. Andrea. Ares, y tantos otros. Lo dice el INE. Hay registrados tanto niños como niñas con esos nombres.
Ya puestos a crear tendencia, se podría apostar por añadir a los nombres, cual familia real, la coletilla 'de Todos los Santos', para que quede la criatura bajo el amparo y protección de absolutamente todo el santoral católico. A ver si alguna, alguno o algune 'trendsseter' lo asume como propio y relanzamos la coletilla. ¿Habrá algo más genérico y alejado de estigmas de género que 'de Todos los Santos'?
Siempre ha habido nombres que se utilizaban indistintamente para ambos géneros.
A ver si es que lo que tenemos que hacer es reenfocar la mira.
A ver si hemos de revisar lo urgente antes que replantear lo anecdótico.
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A ver si la lucha por la igualdad no era esto.
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