Los mercados bursátiles parecen los únicos capaces de actuar como propulsores de cambios. La Bolsa es, parece, el singular revulsivo en una sociedad que se mueve la mayoría de las veces por criterios exclusivamente crematísticos. Caen las cotizaciones por la expansión de una nueva variante ... de COVID y es entonces cuando las sociedades avanzadas toman medidas. ¿Vacunar a los millones de personas de todo el mundo que no han recibido ninguna inoculación contra el coronavirus? No, no es esa la decisión que se toma. Se cierran las fronteras con el sur de África, de donde proviene la variante Ómicron. Una medida, no digo yo que no sea necesaria, a todas luces insuficiente en una pandemia.

Publicidad

África acumula un terrible retraso en la vacunación contra el COVID. Solo el 7% de sus cerca de 1.300 millones de habitantes ha recibido la pauta completa. Los endebles sistemas sanitarios de la zona, el rechazo de la población y los problemas de logística y de rastreo agravan la situación. Pero, según denuncia la OMS, gran parte del problema radica en el acaparamiento de dosis por parte de los países desarrollados.

La OMS alertó ayer de que Ómicron tiene un riesgo global de propagación «alto» e instó a «acelerar la vacunación contra el COVID lo antes posible, especialmente entre población de riesgo que siga sin vacunar».

El director general del organismo internacional, el biólogo Tedros Adhanom Ghebreyesus, ya lo sentenció días atrás: «Nadie está a salvo hasta que todos estemos a salvo».

Este contenido es exclusivo para suscriptores

¡Oferta especial!

Publicidad