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La nave del comandante

ANECDOTARIO ·

Viernes, 18 de junio 2021, 02:00

Estar medio minuto en un ascensor con un vecino es una cosa inaguantable. Escuchas los ruidos del mecanismo, los zumbidos de los cables y el motor mientras los segundos se te van derritiendo igual que plomo sobre el cerebro, y como es un suplicio te ... acabas viendo obligado a abrir la boca y decir cualquier majadería sobre el calor o las tormentas. Pero el tiempo es relativo, y ese mismo lapso también puede ser electrizante y fugaz: desde que Puyol le pasó el balón a Navas en su área hasta que Iniesta marcó a Stekelenburg el gol de nuestras vidas transcurrió exactamente eso: 29 segundos inolvidables duró la jugada del Mundial, los mismos que el encuentro entre Sánchez y Joe Biden.

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