El formalización por parte de la Asociación de Bodegas de Rioja Alavesa (ABRA) ante el Gobierno vasco de la solicitud para posibilitarle vender en España sus vinos bajo la marca 'Viñedos de Álava' constituye un paso más en la permanente huida adelante de un actor ... muy concreto: el del nacionalismo excluyente, que busca hacer también una causa enológica de su dogmatismo. La actitud y empecinamiento de ABRA por afanes que exceden los parámetros estrictamente vitivinícolas compromete al conjunto del sector, pese a que la organización sigue siendo renuente a revelar cuál es la cifra real de sus bodegas que participan de una estrategia tan temeraria como improcedente para los intereses y el histórico prestigio de Rioja. Como ya avanzó en su día, el Ejecutivo vasco no tendrá ahora reparos en conceder la autorización provisional mientras Bruselas determina si 'Viñedos de Álava' tiene derecho al reconocimiento en el registro europeo como denominación de origen. Será en el momento en que Vitoria confirme la oficialización del trámite cuando el Consejo Regulador presentará un recurso administrativo contra la resolución con la firmeza y rigor que exige el desafío planteado.
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