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Me gustan mis errores y no quiero renunciar a la deliciosa libertad de equivocarme». Lo mismo que Groucho Marx pensó Pablo Casado cuando entró en la iglesia de Granada en la que celebraban una misa por el dictador Francisco Franco y el fundador de Falange, ... José Antonio, hijo del también dictador Miguel Primo de Rivera. Cada cual va donde le place, pero en este caso lo importante era asistir al homenaje sin que nadie lo supiera. El olor a rancio adornó la noticia facilitada por un intrépido joven franquista que se hizo una foto con Casado y la difundió por las redes sociales evocando al «Generalísimo».

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larioja La misa