Minoría

No dudo que François-Henri Pinault, el marido de la actriz, sea un hombre divertido y encantador. Motivos para celebrar la vida (la 'dolce vita') no le faltan. Nació en una familia que es dueña de un conglomerado de marcas de lujo, de un equipo de fútbol, de periódicos, revistas, tiendas, empresas de subastas... Posee un imponente palacio en Venecia y una de las cinco mayores colecciones privadas de arte moderno que existen. Estudió en los mejores colegios, encontró trabajo a la primera en el emporio empresarial de su padre y ha tenido hijos con algunas de las mujeres más deseadas del mundo. Ah, y seguro que a sus 58 años ya está vacunado del COVID. Por más que Salma Hayek diga que «hay discriminación hacia los hombres ricos», yo al suyo muy discriminado no le veo. O sí, pero en plan discriminación positiva, de conseguir mesa en un restaurante... Lo que ocurre es que la actriz, que en su última película, 'Bliss', interpreta a una sin techo, siempre ha sido una gran defensora de las minorías. Y en algún momento tenía que ocuparse de los magnates, una minoría aplastante.