El ministro don Ábalos

Para el viaje que ha echado el ministro, no merecía la pena el esfuerzo. Con todo lo que tendrá por hacer por Ferraz y por el Ministerio. O viceversa. De no haber venido, habríamos entendido su ausencia con la pía resignación que caracteriza a la ... gente de por aquí. Los que habíamos leído a Vicente Urquía hace una semana ya teníamos conocimiento de lo que ha dejado dicho ahora don Ábalos. Poco. Aunque se agradece, pues es uso muy ministerial prometer hasta meter. Tal que una base de seguimiento interespacial en San Román para los cohetes a Marte. Y es más barato que alquilar una excavadora en Burgos y hacérsela traer a Logroño para una foto, como hizo aquel otro. El ministro, en fin, no ha venido. Lo ha hecho su versión secretario de Organización del PSOE a dejarle un recadito a Ocón y a todo el que se quiera mover en la foto: «El partido siempre tiene que estar al servicio del gobierno». Y dicho esto, gritó ¡fiiiiirmés! y se esfumó.