Lo que nos merecemos

Y mira que decir que nos merecemos a esta gente mientras ocurre lo que ocurre en Madrid es mucho decir. Yo al menos doy gracias a Dios cada mañana por no ser madrileño ahora mismo, y eso que tampoco el riojanismo vive sus horas más altas. Nos hemos ganado a pulso el podio europeo de coronavirus, entre una ciudadanía irresponsable y unos políticos a la altura. Ya se sabe, es lo que la presidenta Andreu, en su gira por las televisiones, llama las «particularidades» riojanas. Se ve que opina como yo, que nos lo merecemos.

Al menos la apoteosis de la ineptitud que se vive en la capital ha tenido una buena consecuencia por estos lares. Que ayudada por el irresistible caramelo de convertirse en la «anti-Ayuso», Andreu ha consentido por fin en hacer algo en La Rioja Baja. Para ello le ha hecho falta un poco de espectáculo en plan cribado, que siempre parece como muy profesional, antes de tomar una decisión que hubiera sido igual de defendible hace una semana y hace dos, antes de que el bichillo fuera rebotando de pueblo en pueblo como si fuera un pínbol.

Saludemos lo tardío antes de lo inexistente, y aprendamos para el futuro. Dejar de merecernos esto nos haría un gran país.