El mercado de San Blas

Y les hablaba de pillar tajada porque en ese reparto de millones que se hizo en la UE, de una forma que vaya usted a saber cómo, a nuestra España le había tocado recibir la friolera de ciento cuarenta mil millones de eurazos, de los cuales nuestra Rioja, y uno encima de otro, se llevará siete. Siete millones que, como Sancho dijera al caballero de la Triste Figura se nos vienen a las manos de bobilis bobilis.

¿Y en qué, estarán pensando ustedes, nos vamos a gastar los riojanos la pasta gasta que nos va a caer de Europa? Pues muy sencillo, ya verán. Un poco más de cuatro millones (4,1) en fijar, limpiar y dar esplendor a nuestro moribundo y a la vez entrañable Mercado de San Blas y luego, hasta los siete (6,9), un poco menos de tres millones para introducir mejoras en las zonas comerciales más turísticas de Logroño. Y todo, tanto lo uno como lo otro, con la idea de impulsar el sector minorista.

Total, que como el tiempo vuela y la cosa hay que ponerla en marcha, el otro día nos hizo una visita la secretaria de Estado de Comercio anunciando que la cosa iba para adelante y allí anduvo la mujer dándose otro paseo (que por paseos y paseos no será) con nuestro alcalde y con otra media docena de personas más, para terminar confirmando que, si todo sale como está previsto, la modernización del Mercado de San Blas y su entorno acabará siendo todo un éxito.

Lo que en lenguaje paladino quiere decir que si las cosas salen bien, y no veo yo el motivo por el que puedan salir mal, de aquí a un no sé cuándo, vamos a tener un Mercado de San Blás que va a ser una locura. Ya lo verán, guapo, guapo. En resumen, que la cosa parece que pinta bien, pero conociendo al paisanaje, y sin ánimo de molestar a nadie, ya veremos a ver lo que nos cuesta, no empezar las obras, con fotografía y excavadora incluida, sino empezar a dejarlas paradas, como el nudo de Vara de Rey o la estación de autobuses o República Argentina o Avenida de la Sierra, o... Y aquí lo dejo. Hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.