Borrar

El titular de portada alarmaba: «Nunca habíamos estado así». De mal, se entiende. Se refería a la situación sanitaria riojana, pero «nunca» significa «en ningún tiempo», y en plena ola de memorias (histórica, democrática), permítanme evocar la sanidad pública riojana que he vivido.

En 1977 ... ingresé en la Residencia Sanitaria Antonio Coello Cuadrado como residente de Traumatología. Según aterrizabas te metían tu primera guardia de 24 horas en unas Urgencias atendidas por un solo médico recién llegado (el que menos sabía) y dos ATS, como se llamaban entonces las enfermeras. Había una consulta, un cuartito con tres camas y una sala de curas y yesos. Ni sala de espera. Podía pasar un buen rato sin ver a un paciente y rara noche te sacaban de la cama (se agradecía porque al día siguiente continuábamos trabajando, sin librar). El San Pedro dispone de 10 consultas, dos salas de curas y una de yesos, dos puestos de triaje, zona de radiología y ecografía, zona de observación con 21 boxes, 16 boxes de primera atención, 4 camas de reanimación y un ejército de sanitarios.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Memoria sanitaria