Más memoria es más democracia
Aunque llegamos tarde, es un orgullo para IU que la Ley de Memoria Democrática de La Rioja sea de las más avanzadas aprobadas en nuestro país
HENAR MORENO MARTÍNEZ
Jueves, 21 de julio 2022, 21:30
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HENAR MORENO MARTÍNEZ
Jueves, 21 de julio 2022, 21:30
El pasado 20 de abril, el Parlamento regional aprobaba la Proposición de Ley presentada por Izquierda Unida para la Recuperación de la Memoria Democrática en La Rioja. De esta forma, 86 años después del golpe de estado de julio de 1936 y 47 años después ... de la muerte del dictador Franco, los miles de riojanas y riojanos asesinados, perseguidos y represaliados tras el golpe de estado y la dictadura franquista, por fin, contaban con una norma legal que garantice su derecho a la verdad, justicia y reparación.
Este reconocimiento llega tarde, pero para Izquierda Unida era un compromiso político y ético ineludible presentar durante esta legislatura esta Ley de Memoria Democrática que contribuyera a hacer justicia y rescatar la dignidad de quiénes en nuestra tierra fueron asesinados y represaliados por defender la democracia y la República.
En la ley presentada también se recogía el establecimiento del 22 de julio como día de reconocimiento institucional a todas las víctimas del franquismo. Esta fecha, que hoy conmemoramos, no está elegida al azar, ya que el 22 de julio de 1936 fue el día en el que se enterraron en las tapias del cementerio de Logroño a los primeros asesinados en nuestra región: seis obreros que se encerraron en la fábrica de la Tabacalera y un funcionario del Ayuntamiento de Logroño asesinado en la puerta de su casa. Para su homenaje, IU también ha propuesto la ubicación enfrente de la actual Biblioteca Almudena Grandes, antigua fábrica de Tabacalera, de un monolito que sea un lugar de memoria y reconocimiento a todas las víctimas del golpe de estado y la dictadura franquista.
Aunque llegamos tarde, es un orgullo para IU que la Ley de Memoria Democrática de La Rioja sea de las más avanzadas aprobadas en nuestro país. En primer lugar, porque garantiza, en el ámbito de sus competencias, el derecho a conocer la verdad de lo ocurrido en el período entre 1936 y 1978, articulando medidas para el acceso a los archivos, la localización de lugares de enterramiento o la identidad de las riojanas y riojanos asesinados y desaparecidos. Además, en el ámbito educativo, se recoge la inclusión de la Memoria democrática de la Rioja en los currículos de la ESO, Bachillerato y Formación Profesional como elemento para el fortalecimiento de los valores democráticos en nuestra juventud.
La ley recoge también la doctrina de la ONU rechazando la impunidad de los autores y responsables de violaciones de los derechos humanos, recuperando del olvido a quienes defendieron la democracia frente al golpe de estado y la dictadura franquista. Además, reconoce el derecho a la rehabilitación, reparación e indemnización a todos los riojanos que sufrieron las consecuencias de la represión, brindando garantías adicionales a las que ofrece el marco estatal.
Además, se regula en el ámbito de La Rioja un protocolo para la localización, exhumación e identificación de restos humanos acorde con las normas internacionales de derechos humanos y crímenes de guerra. Para ello, se crea un Banco público de ADN para la identificación genética de las víctimas del golpe de estado y la dictadura franquista.
Todas estas medidas recogidas en la ley pretenden acabar con el olvido y la equidistancia con la que se ha afrontado en nuestro país el período más oscuro y sanguinario de nuestra historia reciente. Hay que recordar que España es, solo por detrás de Camboya, el segundo país del mundo con mayor número de desaparecidos y fosas comunes.
No debe sorprender que la derecha riojana, al igual que la derecha española en el actual proceso de aprobación la Ley de Memoria Histórica estatal, hayan rechazado esta ley presentada por Izquierda Unida. En el fondo, el debate sobre la memoria histórica es una batalla cultural e ideológica en la que se enfrentan dos visiones de país y dos visiones de sociedad.
La memoria histórica no es únicamente el derecho de las familias a la justicia y a recuperar los cuerpos de los represaliados por el franquismo y darles una sepultura digna. La memoria histórica es también la imagen que un país quiere dar de sí mismo y cómo se proyecta hacia el futuro. La derecha sigue siendo la heredera de esa España de la cruz, la espada y el trono. Esa España reaccionaria que ya en el siglo XIX seguía defendiendo el absolutismo y que desde Fernando VII hasta el actual Felipe VI siempre ha tenido como principal soporte a una Monarquía encarnada en la dinastía corrupta de los Borbones.
Frente a esa España oscura y reaccionaria trató de imponerse democráticamente la República española. Un período en el que se pusieron en marcha toda una serie de reformas encaminadas a acabar con los privilegios de quiénes hoy siguen conformando el poder real en España y que ahogaron las esperanzas de las clases populares de nuestro país en un baño de sangre.
Porque la Memoria histórica en nuestro país es también un reconocimiento a miles de personas como el preso político que más años pasó en las cárceles del franquismo, el poeta comunista Marcos Ana. Cuando lo estaban golpeando y torturando en la Dirección General de Seguridad, un policía le preguntó por qué luchaba, y Marcos Ana respondió: «Lucho por una sociedad en la que nadie le pueda hacer a usted lo que usted me está haciendo a mí».
Por ese otro modelo de país que representó la II República española, hoy, 22 de julio, conmemoremos por primera vez en La Rioja el día de las víctimas del franquismo. Porque más memoria es más democracia.
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