Mear y meter la pata

Huele a azufre. O es autosugestión o se han dejado las ventanas abiertas y las corrientes viajan con ese aire viciado de tristeza desde La Palma, uno de los lugares más bonitos que jamás he pisado. La Palma era, es un espectáculo sin necesidad de ... que un volcán vomite su rabia de fuego, pote lava y cubra con una boñiga ígnea la vida y los recuerdos de tanta gente. Un espectáculo terrible ¡de luz y de color! La ministra Maroto dijo lo que pensaba sin pensar lo que decía. Una metedura de pata en regla, como la de la colega que voceó el otro día al micrófono en directo riguroso que a ella plin, que se iba ¡a mear! Mear y meter la pata nos iguala así seamos periodistas o ministras. O presidentes de Parlamento. El de aquí, por ejemplo, que sugirió en 2020 llegado el momento de un referéndum sobre la monarquía. Un pis republicano por marcar territorio y una exhibición de inoportunidad. Para hoy se anuncia su presencia para recibir al monarca en la plazuela Alonso de Salazar. Aunque lo mismo le entra una urgencia, como a la periodista.