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1 de mayo por la subida salarial

Los sindicatos más comprometidos con la paz social deben evitar que sus reivindicaciones pasen la línea que separa los paros de las huelgas

Lunes, 1 de mayo 2023, 22:00

La celebración del 1 de Mayo adquirió, por segundo año consecutivo, un carácter netamente reivindicativo en torno a la subida de los salarios frente a los efectos de la inflación. A pesar de que los acuerdos sectoriales y de empresa que se van firmando este ... año alcanzan subidas de una media del 4,8%, tanto CC OO y UGT como las demás centrales de ámbito nacional o territorial advierten de la inminencia de paros y movilizaciones que perturben la paz social en lo que resta de la primavera y durante el próximo otoño. Es lógico que el sindicalismo se marque como objetivo rubricar con la patronal el quinto Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva. Pero CC OO y UGT saben perfectamente de la disparidad de situaciones que atraviesan las empresas precisamente a causa de las sucesivas crisis, sin que pueda generalizarse el mantra del incremento de los beneficios empresariales. Las centrales sindicales saben que un cuadro que extienda el 5% de subida salarial al conjunto de la economía para el ejercicio anterior, ofrezca otro 4,5% para este y fije el alza para 2024 en otro 3,75% –como pretenden CC OO y UGT– resulta inviable para muchísimas empresas. Sería tanto como imputar más de ese 5,3% de la pérdida de la capacidad adquisitiva que los trabajadores han sufrido, según la OCDE, a todas y cada una de ellas. Dado que el mantenimiento de tales exigencias no resulta operativo para el diálogo con la CEOE, lo será menos si se pretende extender a la negociación sector por sector o empresa por empresa. Los repuntes del desempleo y de la inflación en marzo invitan a la prudencia. Es comprensible y hasta razonable que los sindicatos promuevan a partir de hoy movilizaciones que apelen a una mejor distribución de los beneficios empresariales. Aunque deberían tener en cuenta la limitada asistencia a las convocatorias de este lunes. Pero sería un error sindical dar por sentado que esos beneficios se producen en los sectores y empresas pendientes de renovar convenios. Es de desear que CC OO y UGT retomen el diálogo salarial con la CEOE y Cepyme. Pero de no ser así, las centrales más comprometidas con la paz social deben evitar que sus reivindicaciones traspasen la línea que separa los paros de las huelgas. Resultó poco afortunado que la vicepresidenta Díaz reclamara en medio de la manifestación la reducción de la jornada laboral sin bajar los salarios, como si la competitividad de la economía fuese un problema de otros.

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