Rigoberta Bandini la ha vuelto a liar. Para bien. Otra vez. La recordarán por la canción 'Ay Mamá' que interpretó por primera vez en directo en el festival Actual de Logroño en 2022, en el que terminó mostrando un pecho al público mientras interpretaba la ... frase «no sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas, sin ellas no habría humanidad ni habría belleza». La cantante catalana volvió a sorprender la semana pasada con su actuación en el Benidorm Fest interpretando la canción 'Kaimán'. En esta ocasión actuó junto a cinco mujeres sénior y arrancó los aplausos de todo el público. Rigoberta puso así en el centro de su actuación a mujeres setentañeras dando visibilidad y protagonismo a una tercera edad cada vez más vulnerable, que necesita ser más apoyada por ciertas instituciones y por gran parte de la sociedad.
Algo hemos avanzado gracias a la lucha activa de personas como Carlos San Juan (el jubilado que inició la campaña #SoyMayorNoIdiota). Sin embargo, también es cierto que en Cameros, cada vez más Cameros Vaciado y menos la comarca de Cameros, con una población diezmada y envejecida, urge atender ciertas necesidades de nuestros mayores dejando a un lado trabas burocráticas y disculpas políticas.
El caso concreto que nos atañe, y por el que me he decidido a poner el foco sobre él con este artículo desde el máximo respeto a nuestras instituciones y regidores, es el de Ortigosa. En nuestro municipio, igual que sucede en pueblos vecinos, la generación del 'baby boom' ve cómo sus limitaciones se ven acrecentadas con respecto a sus coetáneos residentes en la ciudad por el mero hecho de residir en el Cameros Vaciado (de Tómalos hacia arriba). Esta problemática nos quita el sueño también a los familiares que tenemos nuestra vida laboral lejos de nuestro hogar con nuestros mayores, y no podemos ayudarles como nos gustaría.
En Ortigosa, igual que en pueblos vecinos, la generación del 'baby boom' ve cómo sus limitaciones se acrecientan con respecto a sus coetáneos residentes en la ciudad por residir en el Cameros Vaciado
Existen dos medidas que nos permitirían coger un poco de oxígeno a todas las partes y que llevamos reclamando más de un año. Se darán cuenta de que acometerlas tiene unos costes irrisorios por no decir nulos y que pueden adoptarse de forma inmediata. Se trata únicamente de reorganizar los recursos de los que ya disponemos aplicando un criterio puramente logístico.
La primera medida es la ampliación de la frecuencia con la que se extrae sangre en el consultorio médico de nuestro municipio. Solo se realizan un día cada tres semanas con un cupo de cinco personas. Una quimera, por tanto, obtener la deseada cita. Nuestra cabecera de comarca, Torrecilla, a 22 minutos de Ortigosa, pueblo al que nos derivan como plan B, tiene la friolera de dos días a la semana en horario de 8 a 9 de la mañana. ¿No es más lógico reorganizar los recursos y repartir de forma equitativa los días de este servicio entre los distintos pueblos, desplazándose el personal de enfermería en lugar de hacerlo nuestros mayores, ya que su movilidad es cada vez más reducida y muchos carecen de medios propios para viajar no teniendo otro remedio que recurrir a vecinos y familiares para poder acudir a la cita? Sobre la medida que el gobierno regional presentó hace un año para que las extracciones se realizaran en los domicilios y que este colectivo vulnerable no tuviera que desplazarse, salvo en muy contadas y justificadas ocasiones, no tenemos noticia. Desconozco por qué en este caso concreto no se está llevando a cabo, pero tampoco reclamamos extracciones en nuestros domicilios, basta con ampliar su frecuencia en el consultorio médico repartiendo de forma equitativa los recursos entre los distintos municipios.
La segunda medida está relacionada con otro escollo que tienen que salvar nuestros mayores: los indispensables desplazamientos a Logroño. Para los viajes médicos el servicio de ambulancias de La Rioja Cuida es excelente, y sus trabajadores también. Sin embargo, cuestiones como acudir al dentista, a la peluquería o una cita con el banco se complican. Deben recurrir al coche de línea. Existe la posibilidad de que a este servicio, que entre semana te permite bajar a la capital a las 7.30 de la mañana y regresar al pueblo 9 horas después, se le añadan otros tres días a la semana con la opción de viajar a media mañana, evitando así madrugones en invierno y jornadas intempestivas en la capital. El servicio está implantado con éxito en pueblos como Torrecilla, Nieva o El Rasillo, pero no en Ortigosa. Y esto teniendo en cuenta que la ruta alcanza hasta Peñaloscintos, aldea ortigosana que se sitúa a un par de kilómetros de nuestro municipio. ¿Por qué les está costando tanto implantar la medida si solo se añadirían dos minutos de trayecto para llegar a nuestra flamante parada de autobús, con asiento, tejadillo y rampa para el acceso de personas con movilidad reducida, nada insalvable para nuestros gestores pero vital para nuestros mayores? ¿Nos harán caso adoptando estas medidas o tendremos que recurrir a Rigoberta Bandini para que nos apoye con sus actuaciones y despierte la conciencia de nuestros gobernantes y regidores?
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