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Corría el año 1890 cuando Óscar Wilde publicó 'El retrato de Dorian Gray'. La historia es tenebrosa pero menos real que la catástrofe de Valencia. Cuenta la historia del joven Dorian que para eternizar su belleza vende su alma y consigue no ser él quien ... envejezca sino su retrato. Con el paso del tiempo, el rostro cambiante del retrato no sólo envejecía sino que reflejaba las inmoralidades del retratado. Ya saben que el cuento acaba muy mal al verse torturado por su propia conciencia. No sé por qué pero la comparecencia de Carlos Mazón, esa que según Feijóo tanto nos iba a reconfortar, trajo a mi mente este cuento gótico. Imaginé el retrato de Mazón, tras dejar precipitadamente la presidencia, al desvelarse la verdad sobre sus cinco horas desaparecido al inicio de la tragedia. Sobre un fondo de tonos barro veo su rostro menguante, en color hormigón armado, que se difuminará del todo cuando huya. De momento Mazón sólo huye de su responsabilidad y dice que todo el sistema falló pero hasta su conciencia sabe que el primero que falló fue él.

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larioja El rostro de Mazón