Borrar

La detención del sacerdote Francisco J.C. (desconocemos sus apellidos) en Vélez-Málaga por cuatro acusaciones de agresión sexual bajo sumisión química y cinco delitos contra la intimidad ha terminado por ser una noticia aterradora. Los hechos son execrables sea quien sea el que cometa ... delitos tan horrendos pero que haya sido un cura, teóricamente al servicio de su comunidad, los hace todavía más repugnantes. En cualquier colectivo puede haber manzanas podridas pero lo ocurrido ha puesto en evidencia la insuficiente y pusilánime actuación de la Iglesia católica ante comportamientos infames relacionados con el sexo. Hace demasiado tiempo que la jerarquía católica debió ser contundente en la protección de las víctimas antes que en el ocultamiento no de pecados, sino de delitos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Pecados y delitos