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Muchos jóvenes españoles, uno de cada cuatro, no creen que la democracia sea la mejor forma de gobierno. Es más, igual porcentaje confiesa que en «algunas circunstancias» prefieren el autoritarismo. Esta es la tendencia que los institutos demoscópicos advierten en España desde hace tiempo. Por ... contra, quienes vivimos el final de la dictadura de Franco, muchos de los que la sufrieron toda su vida y cuantos lucharon por la democracia creemos lo contrario. Por eso, nos sale del alma decirles que viven en un inmenso error. Sabemos lo que cuesta conseguir las libertades básicas y hemos aprendido que derechos, largamente peleados por generaciones, pueden desaparecer como lágrimas en la lluvia del autoritarismo. Pero cuando se es joven se tiende a no escuchar las experiencias ajenas, a subestimar a los predecesores y a creer que la historia comienza con ellos. Resumiendo, que prefieren escarmentar en cabeza propia los reveses reiterados que nos da la vida. Sólo desde ese razonamiento puedo entender esta tendencia de pensamiento que crece entre los jóvenes y cuya semilla radica en la decepción que siempre tiene la juventud respecto al establishment. Pero entender no significa compartir ni tampoco obviar los riesgos que entraña añorar regímenes no democráticos.

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larioja El lobo del autoritarismo