En medio de la funesta realidad de hoy, una noticia anima a la esperanza. La multitudinaria manifestación en la plaza del Popolo de Roma llena ... de banderas europeas me ha parecido una luz al final del largo túnel de odios que estamos recorriendo. Llevamos los europeos demasiado tiempo dormidos en los laureles de la comodidad pero, como en los cuentos de nuestra infancia, los monstruos han irrumpido y derribado la seguridad de nuestra zona de confort. A gritos, como los gorilas dándose golpes en el pecho, nos han hecho saber que no pintamos nada y que hundirnos es un necesario daño colateral para engrandecer la selva sin ley en la que han asentado sus nalgas y sus imperios.

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Recuerdo que en nuestra Transición a la democracia integrarnos en Europa era el sueño mayoritario de los españoles y pertenecer a ella nos ha transformado. Cometer el error de creer que somos insignificantes ante la fuerza salvaje de Trump y Putin sería capitular ante la propaganda imperial. Lo de Roma es un aldabonazo a nuestras conciencias. Claudicar no es una opción, sería aceptar el chantaje y la sumisión como regla de supervivencia en este Nuevo Orden Mundial. Hemos de sentir orgullo de nuestros principios y de todos los derechos conseguidos. Todo es mejorable pero lo que es indiscutible es no podemos volver a los tiempos de los estados-nación del siglo XIX, no podemos porque significaría perder todo lo logrado en bienestar y en libertad desde el final de la Segunda Guerra Mundial. Que nuestra patria primaria sea España no es incompatible con sentirse europeo y proclamar que Europa también es nuestra patria.

Lleva dos meses Donald como presidente y ya ha conseguido que el 75% de españoles, el 78% de británicos (socio preferente), el 74% de alemanes, el 69% de franceses y el 58%de italianos crean que pone en peligro la paz y la seguridad en Europa. Gobiernos y ciudadanos debemos debatir sobre cómo afrontar el futuro. El mundo de hoy no es el de ayer. No sirven las recetas del pasado y no evolucionar será retroceder. Trump asegura que Europa se creó para 'joder' a EE UU así que, con su limitada visión de la historia, se ha unido a Putin para, con la colaboración necesaria de la ultraderecha europea, que traiciona a sus propias patrias y a la patria común, conseguir dinamitarla desde dentro.

Me encuentro entre ese 75% de españoles que creen que Europa debe mejorar su defensa y seguridad, con tecnología propia, para ser autónoma respecto de EE UU. En el fondo Europa, como la mitológica princesa fenicia que le da nombre, es codiciada por la lascivia de ambos dioses salvajes. Sólo unidos podemos frenar el odio que han sembrado entre nosotros. Ese Nuevo Orden que da tanto miedo se impondrá si los ciudadanos no les plantamos cara y defendemos los valores de la Europa en la que creemos.

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