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Tras de un amoroso lance,/y no de esperanza falto,/volé tan alto, tan alto,/que le di a la caza alcance». No llegué tan alto como san Juan de la Cruz pero en el amanecer del lunes sobrevolé Cataluña. No advertí ninguna sima, tampoco ... grieta alguna en sus límites que hiciera pensar en algo parecido a la falla de San Andrés (California). Comprobé que España no se había roto, como los apocalípticos anuncian hace años, y que el nacionalismo/independentismo había obtenido los peores resultados electorales de los últimos cuarenta años. Ahora las únicas fallas tectónicas visibles son las que agrietan sus filas y sus liderazgos ante un tiempo nuevo.

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larioja El cisma