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El chulo del barrio ha tenido que bajarse los pantalones después de reírse del mundo afirmando que todos los países le besaban el culo pidiendo ... clemencia por sus salvajes aranceles y demás tropelías que planifica desde que habita la Casa Blanca. Todos los ciudadanos del mundo entendimos la sutil metáfora de este ignorante soberbio. Comprendimos la humillación y sentimos la repugnancia que produce el insulto descarnado de quien cree que sólo si te arrodillas ante él serás un poco menos miserable a sus ojos. Este es el nivel del discurso político de quien se sueña como emperador del mundo, este nuevo Nerón que hace su santa voluntad creyéndose el supermán del universo. Un día, Trump apareció con su pizarrón y anunció aranceles a diestro y siniestro. Dijo que había llegado «El Día de la Liberación» y, efectivamente, ese día EE UU se liberó de la confianza del mundo entero. Pero de la desconfianza nace la incertidumbre y eso en economía huele a recesión y a pobreza.

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larioja Bajarse los pantalones