Calores

¿Es normal? Los científicos han explicado por activa y por pasiva que el clima ya ha entrado en «aguas desconocidas» y que las temperaturas globales pueden superar a los periodos interglaciares de los últimos 400.000 años. No es baladí la advertencia de que si seguimos quemando combustibles fósiles nos encontraremos inmersos en anomalías climáticas cada vez de forma más habitual. Está demostrado que, según se calienta la Tierra a causa de los gases de efecto invernadero, aumentan las víctimas. Los expertos de Nature Medicine aleccionan a los dirigentes de la UE para que impulsen planes de prevención y adaptación al calor.

Otro efecto indeseado es que el calor impacta en la salud mental. Puede producir fatiga mental, agresividad o incrementar las tasas de suicidio. Así lo investigaron el año pasado en EE UU donde se vivió un auténtico infierno climático. Otro análisis, esta vez hecho en España, detectó en 2015 que un tercio de la población era metereosensible. Si los expertos aciertan, las temperaturas serán las habituales en verano. Es decir, mucho calor pero sin sustos de 40 o más grados en lugares habitualmente menos agresivos. En cuanto al día de la cita electoral, el 23 de julio, la Agencia Estatal de Meteorología prevé temperaturas propias de la época -35 grados o más en zonas del sur- y unos 30 grados en general.

A saber cómo llegarán a la recta final, tanto física como mentalmente, los protagonistas de esta campaña que ya están echando toda la carne en el asador. No sorprende que se eliminen mítines y se utilice la realidad radiofónica y televisiva, así como las redes sociales, para difundir mensajes y compromisos en un esfuerzo con escasos precedentes por su intensidad y sostenidos con imágenes sugestivas. Con estos calores, vale la pena estar muy atentos a nuestra salud física y mental, no sea que al final nos salga el tiro por la culata y acabe nublando nuestra brillante capacidad de análisis.