Alberto Núñez Feijóo ha querido enviar un doble mensaje con el equipo de dirección que, a falta de rematar, desveló ayer en Sevilla: que cree esencial aunar el conocimiento orgánico del partido con la capacidad de gestión para poder enfilar con garantías el tránsito hacia ... la Moncloa; y que su reivindicación de una estrategia política más moderada, junto a la reconstrucción de un PP blindado frente a las desavenencias internas del 'casadismo', pasan hoy por articular la formación en torno al eje Galicia-Andalucía. Lo que atenúa el poder de una Isabel Díaz Ayuso a la que Feijóo va a compensar fijando de inmediato la fecha del congreso que dejará a los populares madrileños en manos de la presidenta. Los primeros pasos del nuevo jefe de la oposición evidencian la determinación de rodearse de un equipo a imagen de sus objetivo de retornar a la Moncloa, pero también ajustado a los equilibrios territoriales. Un empaste a prueba del resultado que obtenga Moreno en las urnas andaluzas este mismo año y del apaciguamiento de Díaz Ayuso. Pero que también define, al tiempo, una concepción de la España autonómica que prima los territorios con mayorías del PP frente a los periféricos con desafíos singulares como Cataluña y País Vasco.
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