Mandamases

En el 2014 fue César Luena quien, aupado por un entonces cuasi anónimo Pedro Sánchez, ocupó el cargo de secretario de Organización del Partido Socialista. El de Bobadilla acabó defenestrado y apartado al apaciguarse el polvorín que culminó con la dimisión de su jefe y su temporal paréntesis. Cuando Sánchez derrotó a Díaz y López y recogió las riendas del PSOE, Luena fue enviado de viaje a Bruselas, donde reposa sin aspavientos.

Este domingo se hizo efectivo el nombramiento de Cuca Gamarra para llevar los designios del otro partido mayoritario nacional. La exalcaldesa de Logroño acaba de agarrar los mandos de un PP en el que aún supuran las costuras de la rebelión que ha finalizado con Casado en su casa y Feijóo como líder en Génova. El futuro de Gamarra es aún incierto.

El tercero en discordia es Alberto Garzón, cenicerense de nacimiento aunque malagueño de corazón, que decide los parámetros del consumo patrio. Por decir algo.

En pocos años la política nacional se ha encaprichado de tres riojanos de la misma generación. Los dos primeros comparten, además, que sus partidos estaban en la oposición cuando ellos tomaron el timón. El tercero, quizás no tenga ni partido cuando deje la cartera ministerial.

El caso es que nunca había visto La Rioja tanta cuota de poder con representantes oriundos. Los más viejos aún recuerdan que cuando Cosculluela llegó a ministro poco se acordó de su tierra. A Luena no le dio tiempo a ser ministrable. Veremos si la historia se repite de nuevo o Cuca demuestra tener más memoria (y suerte). Veremos.