La mancha verde

Las estudiamos y hoy queremos trasladar la atención de los riojanos a una enorme mancha verde que aparece bajo la cuenca del Ebro. Son los Cameros que constituyen una reserva verde enorme. Y podemos preguntarnos ¿por qué existe esta jugosa reserva? Sencillamente por los vientos frescos y húmedos del Cantábrico que penetran hasta la sierra de la Demanda y en ella descargan la humedad y dejan ya hacia el Sur y por efecto Foehn, un régimen semidesértico.

Pero hemos de entender que las barreras montañosas, desde Lugo a Gerona, impiden que el anticiclón de las Azores lance vientos húmedos en verano hacia el sur. Pero hay una excepción que son los montes vascos. En la vertical Bilbao-Haro hay montes de tan solo 1.100 metros de altitud y por ello la humedad descarga en Ezcaray, fomentando verdor en zona interior. En cambio, los vientos que de norte a sur pretenden cruzar Guipúzcoa, ya tropiezan con una barrera de 1.400 metros, lo cual les fuerza a descargar la humedad en Guipúzcoa y, por el efecto Foehn, ya en Navarra y hasta el Moncayo existen desiertos (Yesa, Bardenas). Este lo pueden percibir los riojanos en televisión, pues alguna cadena ya informa de la meteorología sobre mapas Landsat.

Somos un vergel por esos vientos húmedos de verano. Ninguna otra comunidad autónoma interior tiene tan beneficiosa influencia del mar.

Por esta razón, cuando leíamos que en la Edad Media las cofradías vascas del mar, incluían a Santo Domingo de la Calzada, entendíamos que no era un disparate. La Rioja, en su latitud y tanto este como a oeste, limita con desiertos.