Males mayores

DICHO SEA DE PASO ·

Piedad Valverde

Miércoles, 18 de mayo 2022, 02:00

Hace unos años coincidí en un tren con un muchacho al que doblaba la edad. Literalmente, yo tenía 50 y él acababa de cumplir 25. Ese día había elecciones generales y él deseaba llegar antes de que cerraran los colegios. Le expliqué que por mi ... parte no había prisa porque por primera vez había decidido abstenerme, ya que no me sentía representada con ninguna opción política. Miguel, que así se llamaba, me soltó una gran reprimenda que me hizo cambiar de opinión. Me acusó de antisistema, de dar un mal ejemplo a mis hijas y a la juventud en general. Me argumentó que tampoco él tenía afinidad completa con ningún partido pero que siempre votaba, aunque fuera con una pinza en la nariz, para evitar males mayores. Se refería a los votantes de derechas que jamás se quedan en casa.

Así que desde entonces nunca he dejado una urna sin mi papeleta por lo que en la ocasión correspondiente voté a la Consejera Raquel Romero. Sinceramente no esperaba nada de ella ni de sus compañeros de lista, así que no me han defraudado ni sorprendido, porque aquella coalición, como desgraciadamente se ha demostrado, era bastante inconsistente en todos los sentidos. Los que sí me han decepcionado son los socialistas, no los voté pero sí que me ilusioné con las caras nuevas, parecía que después de tantos años de mandato conservador se abría una nueva etapa. Ha sido triste presenciar el lamentable espectáculo de pugnas internas y lo poco que ha mejorado la vida de las clases trabajadoras, que se supone que eran los beneficiarios de su programa. Para colmo, por lo visto, el actual gobierno regional cuenta con los mismos consejeros (con minúscula) que los gobiernos antecesores. Por lo que siguen garantizados los intereses y privilegios de los que verdaderamente mandan, sin necesidad de presentarse a las elecciones. En cuanto a los que yo elegí y sus exigencias previas para apoyar al PSOE no me consta avance alguno. Ni en la enseñanza, ni en la sanidad, ni en ningún otro aspecto social o cultural.

Sin embargo, por extraño que suene no tienen mi aprobación pero sí mi respeto. Han sido elegidos legítimamente y cuando les llegue su turno se marcharán y vendrán otros que tampoco harán nada relevante.

Así que con semejante panorama continuaré indignada y siempre que pueda lo gritaré a los cuatro vientos o lo escribiré en esta humilde columna.

Les hago a ustedes estas reflexiones porque el próximo 19 de junio hay elecciones en Andalucía y como andaluza sigo de cerca lo que allí ocurre. Si pudiera votar lo haría, con la pinza en la nariz y con la ingenua ilusión de evitar males mayores. Parece que habrá un aumento de parlamentarios de extrema derecha y no es un secreto que algunos de ellos reivindican el régimen franquista.

Todos sabemos que en ese tiempo no se podía votar ni tampoco discrepar.

Así que, dicho sea de paso, mi comprensión a las personas que voten, como decía el joven Miguel, para evitar males mayores.