Madrid reacciona tarde

El Gobierno de la Comunidad de Madrid anunció ayer restricciones de movilidad en 37 áreas de la capital y seis localidades de la región que afectarán a 858.000 personas, así como la realización de un millón de test para contener la pandemia. Pese al desamparo normativo al que aludió la presidenta Díaz Ayuso, las medidas aprobadas revelan la deficiente y tardía actuación de su Ejecutivo tras haberse precipitado en la desescalada de junio sin cumplir con los requisitos sobre la atención primaria y el rastreo de positivos. Aunque la cita entre Pedro Sánchez y Díaz Ayuso, el lunes, recuerda cuánta energía y tiempo han desperdiciado ambos en repartirse culpas y eludir responsabilidades, es al Gobierno de coalición PP-Ciudadanos al que le corresponde actuar con diligencia y sin volver a saltarse etapas, porque ello supondría el regreso al estado de alarma y al confinamiento que la presidenta rechazó ayer. Lo que ocurra en Madrid afecta a toda España. No solo porque parte de la vida social y económica del país depende de que la capital permanezca abierta. También porque hay comunidades autónomas con dificultades análogas y la pandemia ha demostrado que los avances en su superación no son irreversibles.