Secciones
Servicios
Destacamos
Estas navidades, los Reyes Magos nos trajeron un regalo muy deseado: los billetes de avión a Polonia y la visita guiada al campo de Auschwitz. Es un empeño que mi marido y yo largamente hemos anhelado, porque estamos convencidos de que es la mejor manera ... de explicar a nuestros hijos, sin palabras, que no pueden caer en la intolerancia, que siempre hay que respetar a las personas, con independencia de su credo, o de su no credo, de su raza, de su origen, de sus opiniones. Moderación. Siempre, moderación. Meditar, sopesar, reflexionar... y luego actuar. Nunca, jamás, hacer sin pensar. Y, si se duda, empezar a contar hasta diez, veinte, treinta... ó 75. Los setenta y cinco años del aniversario de la liberación del no lugar. De la verdad despiadada.
Poco a poco se van muriendo las víctimas del genocidio. Es imprescindible que tomemos su testigo. Que nadie descuide lo que ocurrió entre aquellas alambradas del horror, que todos impidamos el relato del negacionismo. Mis hijos lo verán con sus propios ojos. Traspasarán la entrada bajo el desaprensivo lema 'El trabajo os hará libres' y sus corazones, estoy segura, se estremecerán al escuchar lo que allí se sufrió. Es una herencia que les legamos. Y rogamos a Dios, que si ellos son padres, perpetúen en sus hijos la memoria del exterminio.
Auschwitz. El holocausto. La deshumanización. El más atroz atentado contra el ser humano en nombre de una democracia ramera y viciada. Hijos: no permitáis que vosotros o nuestros nietos desconozcan cuán diabólicas pueden ser las ideologías. Sed libres y valientes, y mantened vivo el pasado para que guíe vuestro presente y futuro.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.