Contra la ludopatía

El ministro Garzón afirmó que la nueva normativa situará a nuestro país a la cabeza de la UE en cuanto a la prevención de la ludopatía, tomando distancias respecto al prohibicionismo italiano, alegando que genera prácticas de juego ilegales y opacas a la fiscalidad. La iniciativa invita a las comunidades autónomas a prohibir anuncios en vallas y soportes físicos urbanos, impide su colocación en espacios donde puedan acudir menores y limita la publicidad en medios audiovisuales al horario de 1.00 a 5.00 de la madrugada, permitiendo que se exhiba en retransmisiones deportivas a partir de las 20.00 horas.

Junto a ello establece el máximo de 100 euros para los bonos de bienvenida, no podrán emplearse 'banners' intrusivos, ni publicitarse en redes sociales de las que sean asiduos los jóvenes. Además, prohíbe la participación de personas de relevancia pública en la publicidad e incide especialmente en censurar aquellos contenidos publicitarios que promuevan abiertamente el juego. Aspectos estos dos últimos que remiten a una valoración cualitativa -y en sí misma subjetiva- por parte de la Administración, pudiendo dar lugar a un sinfín de litigios ante las sanciones que se apliquen en esos capítulos.

El anuncio de Garzón decepcionó ayer a quienes habían visto en sus declaraciones previas un afán más drástico en el control sobre el juego. Aunque poco de eso cabía deducir del programa de coalición entre el PSOE y Unidas Podemos en materia de publicidad. Solo que la presencia de los juegos de azar y de las apuestas en línea en las retransmisiones deportivas y en las camisetas de los equipos constituye tan enorme expositor para la ludopatía que el diálogo social y político en torno al borrador del Real Decreto debería abordar prioritariamente ese tema.