Jueves | Ministra

Mire usted si gusta, querido lector, la foto que acompaña a estas líneas. Si ya es un lector con algo de recorrido por esta casa igual hasta le suena, porque alguna que otra vez ya hemos abusado de ella. Es lo que mi compañero el ... venenoso llama «la imagen de la desfachatez». Un presidente del Gobierno, una consejera, un delegado y un alcalde acompañados por un ministro. Y una excavadora que se trajeron para mover una vía muerta y hacer como que empezaba el soterramiento. Era 1999. Se fue el ministro, se fue la excavadora, y la obra siguió como estaba. O sea, en la nada.

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Cada vez que asoma por estos lares un par del reino me acuerdo de la excavadora de Arias Salgado. Porque son ya tantas las visitas de palabras bonitas, dos vinos, San Millán y si te he visto no me acuerdo que uno ha perdido la cuenta.

Pero no la esperanza. El jueves, cuando el Gobierno de La Rioja revistió la visita de Isabel Rodríguez con el boato de una «comisión bilateral», cabía la esperanza de un algo. Y de un algo en un tema clave para esta baqueteada tierra: eso de que España nos debe algo por ser la frontera con dos comunidades a las que se deja jugar con reglas distintas.

Son ya tantas las visitas de dos vinos, San Millán y si te he visto no me acuerdo que uno ha perdido la cuenta

'Efecto frontera', le llamamos a eso, y es algo más que el lloriqueo del pequeño contra el grande. Es una sonda que La Rioja tiene incrustada y que va poco a poco drenando su energía vital.

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Por eso, cuando vino la portavoz del Gobierno y se fue diciendo, más o menos, que me leo los papeles y ya si eso os llamo, me acordé de la excavadora de Arias. Otro que perpetúa el ritual del ministro en La Rioja. San Millán incluido.

Quién sabe, igual de puertas para dentro el Gobierno de La Rioja tiene los cuchillos gastados de tanto afilarlos, y los bedeles de los ministerios tiemblan cuando aparece Concha Andreu. Pero yo tiendo a pensar que quien no pide en abierto tampoco lo hará en cerrado.

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Y les pongo un ejemplo: hace una semana este periódico publicó que un señor pretende atravesar toda La Rioja, incluyendo una buena parte de sus viñedos, con torres eléctricas de 70 metros para llevar electricidad de Aragón a Álava. Los alaveses ya han puesto el grito en el cielo por su Rioja Alavesa, amenazando con poco menos que quemar las torres.

Esperamos de un momento a otro la reacción de La Rioja. Porque la esperanza no se pierde. Casi nunca.

Viernes | Logroño

Tiendas y doble fila

Termina el debate sobre el estado de Logroño y me quedo pensando en todo el lío de las 'Calles Abiertas'. Y en cómo el eco del pasado vuelve al presente como si nada hubiera cambiado. Cómo los argumentos que se oponen a este cambio en la movilidad urbana eran los mismos que se oponían a las peatonalizaciones. Cómo se equivocaban entonces, y cómo lo hacen aún más ahora. Porque además, los tiempos siguen cambiando.

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Entiendo el miedo de los comerciantes al cambio. Yo lo tendría, si me jugara la pasta en ello. Pero creo que (salvo excepciones, porque de todo hay) se equivoca el comerciante que fía su futuro a la doble fila. Por una razón para mí evidente. Si tu modelo de negocio recae exclusivamente en la facilidad para llegar a ti en coche, hay otra cosa que es aún más fácil: que Amazon llegue a casa de tu cliente.

Una calle amable para el que viene andando, por la que da gusto pasear y ver escaparates, que sea algo más que un aparcamiento con aceras de metro y medio, es mucho mejor argumento para el comercio. No bastará con eso, no. Pero ayudará más que la doble fila.

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Jueves | Manzanas

Mordiscos de jabalí

Imagínese que tiene usted una finca de manzanos. Una buena finca. Como no quiere usted que entren los bichos y se coman la fruta, usted la rodea con una valla. Que es una pasta. Y por si acaso, se gasta otra pasta en un «pastor eléctrico», unos cablecicos electrificados que no dañan pero molestan.

Y aún así, los corzos y los jabalíes se le comen (dicho por el seguro, porque usted también tiene de eso) un tercio de la cosecha.

Cuando hablamos de La Rioja vacía hablamos de estas cosas. De lo difícil que es sobrevivir cuando inviertes y cuidas pero aún así pierdes. Y de qué fácil se ve desde Logroño.

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