El conductor declara que el accidente se produjo «sobre las 01.30 horas». «No se confeccionó acta-denuncia por supuesto incumplimiento de las restricciones de movilidad nocturna al no haberse podido observar directamente, ni tampoco tener constancia fehaciente de la hora exacta en la que ... se produjo el accidente».

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Se sabe que M. iba con P. en un B.(MW) y que rondaba la hora del toque de queda. No, el motivo por el que circulaba a esas horas lo desconoce el Gobierno, o no lo recoge en su respuesta a la oposición. Sí, sí, claro que se dijo, lo hizo público el propio conductor accidentado: «Un amigo tuvo un accidente doméstico (...) y al llevarle al hospital tuvimos un pequeño golpe con el coche». ¿Presentó M. parte médico con la hora de la atención sanitaria que justifique el desplazamiento y la vulneración, parece ser, del toque de queda? Nada, nada, para qué papeleo, para qué preguntar, mejor no meterse en charcos.

Y ¿quién iba con M.? P. Iba P. «Circulaba con una persona de acompañante en el asiento delantero, a la que se refiere como Pablo, desconociendo los apellidos», relata el Gobierno. Que sí, que era «un amigo». lo dijo el propio M. Pero que es ¿normal? ¿habitual? no saber el apellido de un amigo...

Ay, qué tiempos vivimos.

Respuestas gubernamentales que rozan el insulto. Ciudadanos, que se cuartea. Madrid, que adelanta sus elecciones. Y Rociíto, que comparece en televisión para decir TO-DA la verdad. 'Rocío, contar la verdad para seguir viva' se llama el documental.

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Una litrona de tila necesitaré.

Que no está una acostumbrada a que le cuenten la verdad así como así.

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