Borrar

Yo no viví la Edad de Oro esa en la que las puertas de las casas quedaban abiertas todo el día y no había peligro en la calle. Ahora se evoca mucho ese tiempo de ciudades tranquilas y vidas sin delincuencia, y cuando se recuerda ... algo con tanta insistencia se tiende casi siempre a la exageración. Pero sí que crecimos en un mundo más apacible en el que niños muy pequeños podíamos salir a correr por las calles en verano, cenar un bocadillo de salchichas y quedarnos jugando sin adultos hasta bien entrada la noche. Entonces la llave de casa del pueblo se dejaba detrás de una maceta con toda tranquilidad, y que esto no pueda hacerse hoy es muy significativo del deterioro general de las cosas.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Una línea