El presidente de la Generalitat de Cataluña, Pere Aragonès, rechazó acudir a la Conferencia de Presidentes del viernes pasado para tratar de mantener su precario equilibrio entre la condescendencia con los más soberanistas y la buena voluntad del Gobierno de Sánchez, pero pronto se ha ... percatado de que la relación bilateral no basta para llevar a cabo una negociación fecunda sobre la integración catalana en el Estado. Y prueba de ello es que ayer mismo, por la mañana, Cataluña decidía participar con el resto de las comunidades autónomas en la Conferencia Sectorial sobre el reparto de los fondos europeos, después de comprobar que Moncloa mantenía su inflexible negativa a tratar este asunto bilateralmente. Con toda evidencia, Sánchez aspira a la 'cogobernanza federal' del Estado de las autonomías, en el que el multilateralismo domina sobre las relaciones bilaterales entre entes federados y las instituciones centrales.

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También ayer tuvo lugar la reunión de la Comisión Bilateral Estado-Generalitat, un adelanto en el calendario forzado por ERC para calmar a JxCat, y en la que la nueva ministra de Política Territorial, Isabel Rodríguez, ha mantenido la posición prevista frente al vicepresidente Puigneró y a Laura Vilagrà, consejera de Presidencia, quienes aprovecharon el viaje a Madrid para acordar la ampliación de El Prat, que supondrá una inversión de 1.700 millones de euros. La reunión bilateral, criticada con dureza por la oposición conservadora, ha servido para poner sobre la mesa los contenciosos y desavenencias acumulados en tres años y el traspaso de hasta 56 competencias: desde la gestión de El Prat a la concesión de nuevas funciones al Servicio Catalán de Tráfico y a Protección Civil, hasta la aplicación de la Disposición Adicional Tercera del nuevo Estatut que prevé inversiones en Cataluña que el Tribunal Constitucional decidió que no son de obligado cumplimiento, pasando por la gestión de todas las becas a estudiantes.

Muchas quedaron políticamente resueltas ayer. Pero las cuestiones políticas de calado, que nunca se discutirán en este foro pero que ERC tiene que plantear para que JxCat no le acuse de traición –el referéndum de autodeterminación y la amnistía–, se dejarán para septiembre. Quizá para entonces las relaciones hayan adquirido una vivacidad y un dinamismo que hagan posible la normalización paulatina por la única vía posible, que es el diálogo dentro del cauce constitucional.

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