Líderes de un cuarto de hora

Más allá de nuestro estado de ánimo hay señales en la política que nos llevan a la desesperanza. En tiempos del cólera, en 1884, un joven médico, Federico Olóriz, escribió un diario en el que anotaba cuanto ocurría en cuartos de hora. Esa era su medida del tiempo. Si miramos hoy el panorama vemos que los liderazgos políticos de este tiempo incierto son también de cuarto de hora. Si observamos, por ejemplo, a Reino Unido, vemos que hoy su inestabilidad proviene de una gran mentira: el 'brexit'. Boris Johnson es hijo de ese embuste. Arrasó en las elecciones y ya ven lo que ha durado su gloria. Y es que los futuros construidos sobre mentiras terminan por volverse contra sus promotores. En Cataluña pasó lo mismo con el procés. Trasformaron el 'Europa nos roba' por el 'España nos roba' y su autoproclamada república no llegó al cuarto de hora. Hoy sus líderes cambiantes se pelean como niños sin atreverse a confesar el engaño. En España, aparecieron supuestos grandes líderes como Iglesias, Casado o Rivera que viven hoy el tiempo del olvido. Este último, Albert Rivera, tiene todavía la humorada de impartir un máster de liderazgo, supongo que para incautos.

Esta semana la brevísima Liz Truss dio paso a Rishi Sunak en Reino Unido. Ninguno fue refrendado en las urnas pero son presidentes legítimos. Claro que, si eso ocurre en España, llamarían a Sunak el 'ocupa' del número 10 de Downing Street y otros insultos de grueso calibre. En Italia, la nueva presidenta Giorgia Meloni se ha estrenado renegando de sus simpatías fascistas y apelando al pragmatismo por el bien de Italia. Veremos cuantos cuartos de hora duran estos nuevos líderes. Los tiempos inciertos traen inestabilidad política porque el votante se deja llevar más por quien halaga sus oídos que por la razón o la verdad. Hoy las predicciones políticas son efímeras porque los líderes y sus promesas duran un cuarto de hora.