La liberación de 222 presos políticos por parte de la brutal autocracia que gobierna con mano de hierro Nicaragua y su deportación a Estados Unidos constituye un signo de debilidad del régimen de Daniel Ortega y Rosario Murillo, y de que no es inmune a ... las sanciones que pesan sobre él y sus principales cabecillas. La verborrea con la que el presidente ha negado que negociara «nada a cambio» de excarcelar a los disidentes, despojados de su nacionalidad y a los que tacha de «terroristas» y «traidores a su patria» por defender los derechos y libertades que él niega a sus ciudadanos, no aleja la sospecha de que la medida busca facilitar cauces de diálogo con Washington en un intento de recomponer la maltrecha economía del país. Entre los liberados figuran los destacados opositores Cristina y Pedro Joaquín Chamorro, detenidos tras anunciar su propósito de participar en las elecciones presidenciales de 2021, y el líder estudiantil Lesther Alemán. Las medidas represivas contra críticos al régimen adoptadas en los últimos días mediante juicios farsa y arrestos indiscriminados confirman que esta decisión está lejos de representar un gesto de aperturismo de la cruel dictadura nicaragüense.

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