Secciones
Servicios
Destacamos
«Siempre los ricos que dan en liberales hallan quien canonice sus desafueros y califique por buenos sus malos gustos»
Miguel de Cervantes
En los últimos años del Régimen, se acuñó la descacharrante frase de que «no hay que confundir libertad con libertinaje», de la ... que los jóvenes nos reíamos por lo bajini, no fuera a ser que nos detuvieran o nos dieran una paliza. ¡Que se lo pregunten a las víctimas de 'Billy el Niño'!
Ocurre también que suele confundirse libertad con liberalismo, cuando ambas palabras pueden parecer sinónimas... Y va a ser que no lo son.
En sus albores, defendía el liberalismo el desarrollo de la libertad personal individual como forma de lograr el progreso de la sociedad. Y lo hizo desde los siglos XVII al XX porque la supremacía de las minoritarias clases favorecidas sobre el resto del común era tan absoluta como la hegeliana dialéctica del señor y del esclavo.
En la España del siglo XXI, cuando se habla de libertad religiosa no se exige poder profesar tal o cual culto –a diferencia de lo que imponía el Régimen–, sino que las arcas públicas lo sufraguen. Lo mismo ocurre con la libertad de enseñanza u otras garantías que ampara la Constitución de 1978.
Deja bien claro el artículo 47 de nuestra Carta Magna que «Todos los españoles tienen derecho a disfrutar de una vivienda digna y adecuada». ¿Quiere decir esto que el Estado debe pagar a todos los españoles un techo decente? «Merece la pena pagar por la libertad», sentenciaba Julio Verne, porque la libertad no es gratuita.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.