SER LGTBI ES MALO

Veamos. Cuando Vox pide los nombres y apellidos de quienes imparten charlas en los colegios de temática LGTBi, lo que está diciendo es «no quiero que les hablen a los niños de que hay distintas orientaciones sexuales. Porque ser gay es malo».

Cuando Vox pide derogar artículos de ley referidos a este colectivo en la comunidad de Madrid, lo que está diciendo es «no creemos que esta gente necesite una especial protección, ni nos importa que sean especialmente vulnerables ante los intolerantes. Porque ser lesbiana es malo».

Cuando Vox pide datos de las ayudas públicas a las organizaciones LGTBi, y no a otros, lo que está diciendo es «no hay que gastar dinero público en esta gente. Porque ser transexual es malo».

Cuando, en fin, Vox saca a la palestra ese concepto tan curioso que ellos denominan «PIN parental», apela al derecho de los padres a elegir la educación de sus hijos de una manera torticera. Sí, existe ese derecho. Pero la educación española ha de enseñar (entre otras muchas cosas) lo que dice la Constitución Española: «Los españoles son iguales ante la ley, sin que pueda prevalecer discriminación alguna por razón de nacimiento, raza, sexo, religión, opinión o cualquier otra condición o circunstancia personal o social». Así de sencillo, así de (gracias a algunos) difícil.