El acuerdo sobre la Ley Audiovisual anunciado ayer por ERC encarrila la aprobación definitiva de los Presupuestos Generales del Estado el próximo martes en el Senado, de donde, al mantenerse sin modificación alguna en el trámite de enmiendas, no deberán volver al Congreso. De esa ... forma, el Gobierno de Pedro Sánchez se ve apuntalado de cara a los dos años que restan de legislatura, en los que fía a una briosa recuperación económica tras la pandemia el éxito en las próximas elecciones generales. No obstante, las vicisitudes a las que han visto sometidas las Cuentas, con Esquerra amenazando hasta última hora con tumbarlas si no se imponía a Netflix y otras plataformas internacionales una cuota de producción en catalán, hacen presumir que la segunda mitad del mandato no será un camino de rosas para el presidente. El grupo de Gabriel Rufián se ha rendido ante la evidencia de que su pretensión era inviable al contravenir la directiva europea en la materia. No obstante, ha hecho valer el peso decisivo de sus escaños para arrancar subvenciones con ese mismo destino y, sobre todo, ha recordado al Ejecutivo que está en sus manos.

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En un mapa político polarizado hasta el extremo en dos bloques irreconciliables, como mostró ayer de nuevo un pleno de control en el que los exabruptos sustituyeron a un intercambio civilizado de argumentos, la desactivación de la amenaza de ERC contra los Presupuestos confirma la mutua necesidad que une al Gobierno y a la mayoría de la investidura. Ni el primero tiene, hoy por hoy, otra alternativa para agotar la legislatura ni la segunda encontrará con facilidad una coyuntura más favorable a sus intereses: una coalición PSOE-Unidas Podemos necesitada de numerosos apoyos y proclive a pagar un alto precio por ellos, a la que, por tanto, le conviene conservar en el poder cuanto sea posible. Máxime si, en un Parlamento dividido en trincheras, frente a esa opción solo emerge la de un PP de la mano de Vox.

El compromiso entre el Ejecutivo y Esquerra para reforzar la presencia de las lenguas cooficiales en las plataformas audiovisuales coincide con el intolerable acoso a la familia de un niño de 5 años de Canet de Mar que ha reivindicado su derecho a que reciba un 25% de la enseñanza en castellano en cumplimiento de una sentencia del Tribunal Supremo. Un ataque a las libertades que habría merecido una respuesta más contundente por parte de Sánchez ante sus socios de ERC y un menor tremendismo del PP.

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