Justicia atenazada

La apertura oficial el miércoles del año judicial, un acto solemne que ha acostumbrado a medir la temperatura en que se encuentra el tercer poder del Estado, certificará en esta ocasión –y lamentablemente– el deterioro que sufre el normal funcionamiento de la democracia por el ... bloqueo en la renovación del CGPJ. Tiene razón el presidente del órgano de gobierno de la Magistratura y del Tribunal Supremo, Carlos Lesmes, cuando subraya la grave anomalía que representan los casi ya cuatro años de parálisis del Consejo. Pero la evidente culpa que acumulan el PSOE y el PP en la parálisis, enraizada en la histórica y nociva concepción de los nombramientos del CGPJ como una prolongación de los tentáculos partidarios, no exonera a la Judicatura de sus propia responsabilidad en defensa de su independencia. Resulta inaceptable para un sistema democrático saludable esta imagen de unos poderes del Estado –en este caso, los que encarnan las dos fuerzas mayoritarias del país– atenazando a otro poder, el judicial, llamado además a actuar de contrapeso. Una tenaza ante la que la Magistratura está llamada a renunciar a aquellos alineamientos políticos que tan contaminantes se han demostrado.