Diario de una victoria

Diario:

15/05/1521: Los franceses entran en Saint Jean Pied de Port.

16/05: El ejército francés pasa por Roncesvalles.

19/05: Domingo de Pentecostés. Los franceses entran en Villaba.

19/05: El duque de Nájera va a Segovia a pedir refuerzos.

19/05: Asparrot y su ejército, en 12 horas, entran a la ciudad de Pamplona.

En la defensa de la plaza cae herido Iñigo de Loyola.

20/05: Por ser territorio mayormente beamontés, el ejército francés entra y arrasa Los Arcos.

20/05: Los franceses, en su avance hacia Logroño y prácticamente sin oposición, toman Viana.

20/05: La gente se refugia en Logroño a las órdenes del corregidor Pedro Vélez de Guevara, capitán general de la frontera con Navarra.

21/05: Ante los últimos movimientos del ejército francés, el Concejo logroñés decide presentar resistencia y apoyar al corregidor. A toda costa había que impedir la caída de la ciudad. Se constituye un mando de defensa formado por seis vecinos al mando del corregidor.

25/05: Las primeras avanzadillas francesas dan vista a Logroño.

26/05: El ejército francés inicia un intenso cañoneo sobre la ciudad.

30/05: Llega un emisario del duque de Nájera pidiendo que la ciudad resista la invasión.

31/05: Se produce el primer ataque cuerpo a cuerpo.

11/06: Un grupo de vecinos inunda el campamento francés.

11/06: El ejército francés se retira caóticamente.

11/06: Para que todos vean las armas rescatadas a los franceses, prendas de su victoria, estas son expuestas en las torres de las iglesias.

Francisco López de Zárate, 'el Caballero de la Rosa', nacido en Logroño en 1580, en una de sus composiciones reseña así el heroico hecho:

«Esa ciudad que superior preside / A estas amenidades, / Y las estrellas con sus torres mide, / Gloria de España, honor de las Ciudades.

Mira los chapiteles retocados / De celestes reflejos. / Que móviles impiden ser mirados, / Siendo, si damos crédito a los ojos, / Del campo soles, y del sol espejos.

Allí los bronces rojos, / Gravemente oprimidos con blasones / De vencidos franceses, / Dan fe de los paternos corazones. / Abollados los cóncavos arneses/ Y las huecas celadas / Sin resplandor, sin filo las espadas».

Y eso es todo. Que pasen un feliz día de San Bernabé. Hasta el domingo que viene, si Dios quiere, y ya saben, no tengan miedo.