Secciones
Servicios
Destacamos
El poder. Oh, el Poder. Suenan de fondo las trompas guerreras de Rubén Darío celebrando su 'Marcha triunfal'. Los claros clarines de voces los aires llenan con una profunda red de incertidumbre, de desasosiego, de temor, de cadenas; de esperanza, de pan, de sal, de ... libertad. De bienestar o infortunios. Depende de lo que el poder elija. Un poder que, por concreción –bancos y tecnológicas aparte– se asimila habitualmente al Estado, la administración de mayor envergadura en cada país.
Entre los equilibrios inestables de la actualidad sorprende que la fiera oposición al gobierno de este país pique en los anzuelos que le lanza el gobierno de este país y termine sirviéndole en resplandeciente bandeja los platos sucios dócilmente fregados que precisa el astuto y enredador jefe del gobierno de este país. Como sorprende demasiadas veces la capacidad de supervivencia política de este político que cada dos por tres se muere de sí mismo y cada vez que naufraga, resucita. Quizá le queden dos consejos de ministros. Quizá flote de nuevo en las aguas turbulentas de años sin presupuestos y continuas negaciones de sus continuas promesas. No es engaño, es pragmatismo. Je.
Cada voto que le apoya lo tiene bien ganado, se lo debe a sí mismo, enigmáticamente ha conseguido hipnotizar a una población votante que casi llega a mayoría. Los movimientos contra él activan su rayo justiciero, se le ilumina el coco y todos los incidentes en contra son errores de la oposición, engaños, bulos, trampantojos que, ¡zas!, gira su sillón y ya son diligencias a su favor. Casi. Es un chulo de barrio que salta sobre las barreras que le cierran el paso. Pasa y pisa sin que los contrincantes prevean la maniobra que en estos momentos, ahora, en este mismo minuto, está urdiendo. Son soluciones/trampa para que este país sepa que casi es su país. Un país casi propiedad privada de un tipo con ansias de superación personal hasta donde ni siquiera hay estrellas. Coge aire con paradas de relevo, unas elecciones, un retiro espiritual, una novela de autoficción, tesis doctorales originales e inéditas, pródiga Sevilla 24, un ómnibus. Lo ultimito, el ómnibus. Dos. Dos mejor que uno, un ómnibus de repuesto, con freno y marcha atrás.
Dice la Real Academia que el ómnibus es un vehículo de transporte colectivo para trasladar personas y adjunta como sinónimos: autobús, autocar, bus, camioneta, camión, guagua, góndola. Con las últimas asistencias ya estudia incluir también el Boletín Oficial del Estado. BOE: vehículo todo terreno, que traslada iluminaciones, decretos, cupones de acción legislativa. Siempre, por supuesto, canónicamente bautizados por las Cortes, con el padrinazgo de socios ingénitos al ruedo ibérico y a su perturbadora pervivencia. Un tanque de guerra político que casi atropella a sus destinatarios y en particular, sin casi, a una oposición que no está al loro y es incapaz de sacar vehículos legalizadores de los desguaces del barrio.
Aprensión da la lucecita de Moncloa, siempre encendida.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.