Borrar
Los Juegos de la superación

Los Juegos de la superación

Editorial ·

El coronavirus y la afloración de los problemas de los deportistas de élite marcan una cita olímpica cuya organización ha sido notable

Lunes, 9 de agosto 2021, 02:00

Los Juegos Olímpicos de Tokio serán recordados, en gran medida, por los elementos extracompetitivos que han marcado la cita deportiva más importante del planeta. Tuvieron que ser suspendidos el año pasado por la pandemia que todavía marca nuestro día a día, debieron superar una oposición ... manifiesta de la población –más del 80% de los japoneses estaba en contra de su celebración– y luchar contra el mayor rebrote de COVID-19 antes y durante la celebración de las competiciones. A pesar de las dificultades, la organización y el Gobierno japonés han demostrado su capacidad para que los Juegos transcurrieran con normalidad, aunque la ausencia del calor en las gradas, del griterío y del aliento del público han condicionado las pruebas. Una situación anómala a la que han tenido que amoldarse los deportistas, quienes tuvieron que esperar cinco años –y no cuatro– para cumplir un sueño olímpico que obliga a múltiples sacrificios y a una tensión a veces insoportable. Simone Biles es el ejemplo claro de la dureza del deporte de élite. Su retirada de todas las pruebas de gimnasia, salvo en barra donde consiguió el bronce, fue un 'shock'. La gran estrella mundial de este deporte se retiró por problemas de salud mental. Dijo basta, hastiada de la presión, sacando a la luz ese lado desconocido del deportista de alta competición y recibiendo el apoyo y el cariño de colegas e instituciones.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Los Juegos de la superación