El horror
Hamás y el Estado de Israel coinciden en algo: el desprecio por la población civil de Gaza
Juan Bas
Viernes, 20 de octubre 2023, 00:15
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Juan Bas
Viernes, 20 de octubre 2023, 00:15
En la celebérrima novela de Joseph Conrad 'El corazón de las tinieblas' (de la que 'Apocalypse Now' es una libre adaptación), una obra maestra de brevedad precisa y a la vez densa como una pesadilla, son icónicas y han pasado a la posteridad literaria las ... últimas palabras de Kurtz, el poderoso jefe de la explotación de marfil en el curso superior del río Congo, que está poseído por la locura y ha degenerado hasta un salvajismo de brutalidad metafísica. «Algo, una imagen, una visión, le hizo gritar con un hilo de voz; gritó dos veces, apenas era un susurro el grito: ¡El horror! ¡El horror!».
El horror en Gaza se está mostrando al mundo con numerosas imágenes que certifican el espanto y la crueldad. Las del ataque de Hamás las han grabado los propios terroristas, conscientes de que es tan eficaz una cámara como un fusil de asalto. Hay cuatro breves secuencias que me han sobrecogido especialmente. La de una chica judía secuestrada en el momento en que un yihadista, pistola en mano, la hace pasar de la zona trasera de un jeep a un asiento delantero. Aunque tiene sangre en la cara, se aprecia su expresión de absoluto terror. La segunda es muy parecida, pero transmite aún más sufrimiento por terror. También es una mujer joven de un kibutz, que llora con desesperación cuando la obligan a subir de paquete en una motocicleta y es emparedada por un segundo secuestrador que se sienta tras ella antes de partir raudos.
Las otras dos pertenecen a las consecuencias de los bombardeos de represalia israelíes en Gaza y ambas tienen como protagonistas a niños palestinos muertos y a sus padres destruidos por el dolor. En la primera, un padre camina, casi corre, con su niña pequeña en brazos. La niña está pálida por el polvo y la muerte. Y la última es una variante. Un padre grita y se retuerce con descontrol enajenado ante el cadáver de su niño, caído junto a un muro. «La sangre de los niños que no es más que sangre de niño» (Neruda) y la mayor oscuridad de la barbarie.
Hamás y el Estado de Israel coinciden en algo: el desprecio por la población civil de Gaza. Hamás ha destapado del todo la caja de los truenos que estaba mal cerrada. Con ese ataque contra civiles judíos, los integristas islámicos sabían que la represión sobre Gaza iba a ser monstruosa. Y el sentido de la venganza del feroz Estado de Israel no tiene escrúpulos en asesinar a esa población cercada en un inmenso campo de concentración sin salida y mientras, privarla de luz y agua. Israel debería recordar la obligación moral de ser nietos y biznietos de los supervivientes del Holocausto y ejercer la piedad con los inocentes.
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