La bondad de los extraños
Quizá hay muchos honrados, más de los imaginables, entre la gente de a pie
Juan Bas
Viernes, 23 de febrero 2024, 00:33
Secciones
Servicios
Destacamos
Juan Bas
Viernes, 23 de febrero 2024, 00:33
En la reciente ceremonia de entrega de los Premios Goya se dio pompa a que se cumplían 25 años del estreno de 'Todo sobre mi madre'. Pedro Almodóvar y las protagonistas de la película salieron al escenario para hacer la remembranza en compañía de los ... Javis. Como solo la había visto cuando se estrenó, he vuelto a verla. Me ha gustado más que la primera vez. Aunque los elementos y subrayados de dramón quizá son excesivos, está muy bien narrada y dirigida. Pero si me refiero a la película es por lo que dice el personaje de la actriz Huma Rojo, que interpreta Marisa Paredes. Está encarnando a Blanche DuBois en la representación de 'Un tranvía llamado deseo', la obra de Tennessee Williams (habrá así mismo que volver a ver la película de Kazan con los míticos Vivien Leigh y Marlon Brando), y dice: «Siempre he confiado en la bondad de los desconocidos».
Entre otras situaciones de bondad o amabilidad de desconocidos, de extraños, me vino a la memoria un detalle positivo alrededor del percance que sufrió un querido amigo en la calle. Demuestra el comportamiento noble y la honradez de algunas personas (no sé si en total son muchas, quizá más de las imaginables entre la gente de a pie; en cuanto se sube de escalafón, es probable que se incremente el número de los deshonestos). Mi amigo perdió el conocimiento de manera súbita y se cayó al suelo. Tuvieron que atenderlo y llevarlo en ambulancia al hospital. Le había regalado para su cumpleaños una pluma Parker que llevaba metida en el bolsillo del pecho de la camisa, sujeta por la flecha de oro. Durante el desmayo la pluma desapareció. Me llamó desde el hospital cuando ya se encontraba bien, y además de referirme su percance me contó lo de la pluma con disgusto. Pero no la había cogido un descuidero cutre. En el hospital, más tarde, una enfermera se la trajo. Al desplomarse, la pluma debió de salirse del bolsillo. Alguien la cogió en la calle y se la dio a los de la ambulancia antes de que partieran.
Otra manera de percepción de la bondad de un extraño, de intuirla, es cuando trabas conversación con un desconocido y le hablas de cuestiones muy personales que te costaría abordar con personas allegadas. O, sin llegar a confesiones fuera de lugar, revelas lo que piensas de verdad sobre un asunto espinoso o de ti mismo. Suele suceder en situaciones nocturnas: un viaje en tren o en avión o una última copa en el bar del hotel donde te alojas. Supongo que a muchos de ustedes les ha pasado alguna vez. Es cálido, peculiar, tiene algo de mágico y, aunque su huella se borra con la luz del día, deja un recuerdo tan agradable como difuso.
¿Ya eres suscriptor/a? Inicia sesión
Publicidad
Publicidad
Te puede interesar
Carnero a Puente: «Antes atascaba Valladolid y ahora retrasa trenes y pierde vuelos»
El Norte de Castilla
Publicidad
Publicidad
Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.
Reporta un error en esta noticia
Comentar es una ventaja exclusiva para suscriptores
¿Ya eres suscriptor?
Inicia sesiónNecesitas ser suscriptor para poder votar.