El pasado diciembre, el Parlamento de La Rioja aprobó la nueva Ley de Juventud de nuestra Comunidad que, meses después de su entrada en vigor, viene a dar la razón a lo que el Consejo de la Juventud de La Rioja evidenció durante su tramitación. ... La norma, un mero contenedor de intenciones, presenta múltiples carencias que hacen que no resulte útil para el día de a día de los jóvenes de nuestra región.
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La norma adolece de inconcreción y de falta medidas eficaces. Por lo tanto, sigue sin responder a lo que desde el Consejo entendemos que debe de ser la verdadera razón de una norma de estas características: convertir a los miles de jóvenes riojanos en el centro de las políticas, en protagonistas del presente y del futuro de La Rioja. Pero esa es otra cuestión. Hoy lo que nos ocupa es que, tal y como advertimos en su momento, la Ley tenía un sesgo ideológico que ponía en entredicho su valor como norma universal. En este sentido, lo ocurrido con los toros y el Bono Cultural es uno de los mejores ejemplos de las consecuencias negativas de legislar con el prejuicio partidista envolviéndolo todo. Un reciente fallo del Tribunal Supremo ha obligado al Gobierno de España a dar marcha atrás e incluir los toros en el Bono Cultural Joven, esa ayuda de 400 euros que el Estado 'regala' a los jóvenes cuando alcanzan la mayoría de edad para invertir en cultura. Un tirón de orejas en toda regla del poder judicial al legislativo que también tiene su reflejo en la norma regional.
Desde el primer momento en que se invitó al Consejo a manifestarse sobre la Ley de Juventud de La Rioja, como representante de las organizaciones integradas en el mismo, entre ellas varias taurinas, recordé a los legisladores que los toros tienen reconocidas por ley sus «dimensiones cultural, histórica y artística». Desde esa condición, un espectáculo taurino, le guste más o menos al parlamentario de turno, resulta equiparable con otras actividades, como un espectáculo deportivo, una obra teatral o un concierto. Lo que debería ser un debate superado en aras del respeto a la libertad y a los gustos de individuales de cada uno se convierte, por una mala praxis legislativa, en objeto de debate y controversia.
Como presidenta del Consejo de la Juventud defendí incluir la tauromaquia, reconocida por el Ministerio de Cultura como iniciativa cultural juvenil, en el listado de ámbitos que se fomentarán, con cargo a los presupuestos del Gobierno de La Rioja, facilitando su difusión. La opción de que la tauromaquia compartiría, en pie de igualdad, protagonismo con otras manifestaciones culturales y artísticas como el diseño, la música o la creación literaria fue rechazada sin otro argumento que las filias y fobias particulares de los ponentes de la norma. Legislar de espaldas a la realidad, desde un despacho sin pisar la calle, para los jóvenes pero sin escuchar a los jóvenes, es un error de bulto, como así ha puesto de manifiesto el Supremo en su reciente sentencia.
Tras el fútbol, los espectáculos taurinos son lo más visto por los jóvenes, tal y como se encargan de recordarnos las entidades juveniles de este ámbito que forman parte del Consejo de la Juventud de La Rioja. Los toros reclaman su espacio, porque lo tienen, igual que lo tienen el resto de las manifestaciones artísticas o culturales. Es así de sencillo, tengan más o menos adeptos.
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Una entidad como el Consejo de la Juventud de La Rioja basa su razón de ser en la defensa de los intereses de un colectivo tan diverso y heterogéneo como es el de los jóvenes riojanos, de 16 o de 30 años, ya vivan en Haro en Cervera del Río Alhama. Nuestra prioridad es defender toda la cultura por igual, sin prejuicios. Por esa razón, celebramos la decisión del Supremo de anular la exclusión de la tauromaquia del bono cultural joven, reconociendo así el error que supuso su no inclusión.
Resulta obvio, pero la actualidad nos obliga a recordar algo evidente. No hace falta tener las mismas ideas, ni compartir gustos o aficiones, pero el respeto debe ser un principio irrenunciable en todos los ámbitos de la vida. Por ese motivo, desde el Consejo de la Juventud de La Rioja invitamos a los políticos de nuestra Comunidad a que tomen nota y actualicen la Ley de Juventud para que ésta represente también a la juventud riojana que vive con pasión el mundo del toro y todo lo que le rodea.
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Solo hace falta comprobar cómo han respondido los jóvenes de otras comunidades a iniciativas para potenciar la tauromaquia para comprobar su 'tirón' entre la juventud. La Rioja no puede mirar para otro lado, máxime cuando además de una manifestación cultural supone un sector de actividad económica muy importante del que dependen muchos empleos.
Ser joven y poder disfrutar de la cultura como enriquecimiento personal resulta una experiencia increíble. En ese sentido, animamos a los jóvenes riojanos a que aprovechen la oferta cultural y artística de nuestra Comunidad desde la libertad y sin prejuicios.
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