Jóvenes inmortales

No es cosa de que los jóvenes de hoy sean peores que los de mi época. Todavía no soy tan tonto, o lo suficientemente anciano, como para pensar eso. Simplemente son jóvenes, y se comportan como tales.

Estos días hay un número importante de jóvenes que están pasando kilos de las normas de seguridad por eso del coronavirus. Como les han dejado salir de casa, han venido a pensar que esto ha debido acabarse. Además, saben, porque han visto la tele, que en realidad a los jóvenes esto del coronavirus no se los carga, o mucho menos que a los demás. Así que, en fin, lo del bicho les preocupa menos que sus amigos.

Es normal, no se me piensen, cuando uno es joven NADA es más importante que los amigos. Y sé que estoy generalizando, y espero que me perdonen ese pecado.

Pero algo habrá que hacer con esto, porque la sensación percibida de inseguridad, que es básica para contener una epidemia, se ha ido al carajo. Hace falta un símbolo, una obligación fácilmente visible (y multable) para recuperar esa sensación. A mí, que soy lego en esto, se me ocurre que hacer obligatoria la mascarilla podría ayudar. Por ejemplo.