Borrar

Cuando en sus concienzudos viajes por España, realizados entre 1790 y 1810, llegó a Logroño Gaspar Melchor de Jovellanos, mostró su estupor por las barrocas torres gemelas de La Redonda, si bien debieron agradarle el pórtico de San Bartolomé y la aguja de ... Palacio. Pero lo que más le impactó al ilustrado asturiano fue, sin duda, el Palacio de la Inquisición, un notable edificio situado en la zona de Valbuena, y que fue pasto de guerras y desamortizaciones a lo largo del siglo XIX, sobre todo tras la disolución del Santo Oficio, hace ahora justo 200 años. Cuentan, como anécdota, que los propios inquisidores quemaron muchos de los expedientes, para evitarse problemas con las familias de los penados, pero no es menos cierto que otros tantos de aquellos pliegos fueron reutilizados por carniceros y pescateros como envoltorio de sus productos.

Este contenido es exclusivo para suscriptores

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Publicidad

Esta funcionalidad es exclusiva para suscriptores.

Reporta un error en esta noticia

* Campos obligatorios

larioja Jovellanos dixit