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La vieja carretera de aquella infancia libérrima, a pesar de la niebla escupida por el ferroso lubricán, bajaba con el río. Venía del oeste, de las tierras altas burgalesas, por donde llegaban aldeanos con reatas de burreños, cargados de borniza, que luego volvían con pellejos ...

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larioja La carretera